2 jun 2016

VI. Los niños en la orilla

 
Matsuo Bashō, haiku


 
   
  Los niños en la orilla
 
 

I’d follow you to the river
that washes out to the sea

Tom Waits,
Widow’s Grove

   
  Este es el este,
donde termina el sueño
y el alba descubre,
un nunca bien, un algo mal,
los crímenes confusos de la noche,
el barquito de papel
intenta remontar la realidad,
cristales,
pero en el río zozobraba,
los niños contemplan desde la orilla,
espumas,
espejos,
la niebla que condensa
los mansos prados y el sendero,

el río, salta el río,
espejo inextinguible,
redibujando la realidad,
bruma lánguida y viscosa
que al
barquito se llevaba
en labios de excitada hostilidad,
sin reacción ni redención,
hay demasiada pimienta en el aire,
lábil amnesia,
y
es imposible transmitir el sueño,
serpiente oblicua,
ni la vivencia del ensueño, ni
la
fulguración de la vida,
espejo esquivo,
solos,
coletas,
ah, Ariene!

secretas pecas,
no lo alcanzo, no sé qué es,
la niebla ahoga las orillas
con la inercia de un pensamiento obsceno,
desde la muralla espío
los cadáveres que pasan flotando,
hilos aéreos,
y apresa el valle como una crecida,
cristales,
densa, láctea, nebulosa,
que después de desleír en sí misma
pasiones, afanes mustios,
no entenderás qué fue,
niña risueña,
ansias de tedio sin riesgo,
sabías que mi amor era de cuarzo,
feldespato y, a veces,
mica,
se desvanece llevándose el tiempo
en el brusco fulgor del remolino,
el
hilo es,
oblicuas piernas,

patrimonio de
la araña,
ven a bailar,
niña radiante,
al cíclico círculo intemporal,
dame un spritz, y tu lívida sal,
o tal vez una
escala en Monastirion,
a veces concreto un nuevo teorema,
no es fácil evitar la
gravedad,
a veces bajo a la más lacia trampa,
olor de las algas,
salor de la sal, exacto
como que
el viento solar es un plasma
y los epilobios florecen
en todos los
planetas con anillos
de este brazo de la Galaxia
y los dados siguen rodando
más allá del confín del Universo,
donde rechina nítida
la reconocible
arpa del grillo,
coletas,

lo que ocurre es
que no sabes casi nada de nada,
brumoso albor de otro universo,
lentos millones de años llovió,
nuestra vida va en las hojas
que por el río se van,
arboleda mental,
pero debo
regresar al revólver,
sin imaginación nunca
podrías comprender la realidad,
deja que el caos ocupe su espacio
en el crítico vórtice
del centro del vacío universal,

hoy solo es otro día lúbrico
junto a las difusas dunas,
pino,
aulagas, cardos marinos, crambe,
creemos,
no es el mapa lo que está equivocado,
hay siempre una trampa en la oscuridad,
linda rubita cobriza,
frágil amnesia eventual,
es el imán quien no cree en la brújula,
suben las algas al calmo arrecife
y un pétalo de semen en tu espalda
reconfigura las sombras
y el reflejo de las olas
en la ondulación de la arena
revierte la
flecha del tiempo,
desde ahora mismo hacia casi jamás,
minerales, metales

y
bismuto fundido y enfriado
lentamente para formar
hermosos cristales iridiscentes,
confusión es
el signo de esta edad,
no sospecháis
lo muchitito que ignoráis,
confusión será mi puto epitafio,
la inútil mentira en la que creemos,
creemos,
rendez-nous la lumière, danos la luz,
helada geometría
de serpientes entrelazadas,
rendez-nous la beauté, y la belleza,
metales, minerales,
pequeños emblemas de eternidad,
el eco de los agujeros negros
canta ante el caos,
meteoritos,
cada planeta retorna a su órbita
y cada estrella busca su rincón
en la mente del ser,

más bebo y menos duermo,
noche en nieve,
la luna despierta a los criminales
y a
los raptores de orquídeas,
amnesia circunstancial,
y danza el tordo,
el futuro determina el presente
y el presente modifica el pasado,
dejad que la bala vuelva al revólver
y que el caos encuentre su lugar,
dedo, saliva, amor en el cristal,
y cada delito es cometido
a la hora y en el sitio oportunos,
ponme otro spritz
y unas croquetas de champán,
dame sexo intersideral,

vibra el agua en el labio de la
ninfa,
linda coleta, bonitas pecas,
whisky und cervezas,
un corazón de tiza en tu ventana
y otro en el tercer magnolio
con negro indeleble
rotulador,
y cada ser humano
es amado por algún ser humano
a la hora y en el sitio precisos,
watusi!
en la plaza y en la playa,
a la luz de la luna o los
ledes
o en los descorazonados desiertos
o en la perversa banquisa,
a las siete de la mañana,
obsesióname,
Ah, Geneviève, ma petite mordonnante!
dame el ardor,

aun creemos
que el futuro siempre ha existido,
que el pasado siempre ha de existir
en la mente del ser,
dame cuanto tú quieras darme,
cede al dolor,
dame la lluvia que me quieras dar,
violáceas noches mil,
qué me da más,
como epilobios en flor,
porque todo lo que piensas tú,
qué más me da,
tú nunca elegiste ser quien yo soy,
flujos de sal,
como medusa en el mar,
como es el océano prisionero en la Tierra,
sí, Perceval,
cual un cometa de hielo y vacío,
como un guijarro en el lodo del río
se deja llevar,

mil noches violáceas
reidealizan la realidad,
antes yo nunca me hacía preguntas,
si no estuviera
conectado
ni siquiera sangraría,
ahora apenas intuyo respuestas,
virus arbóreo,
qué más me da, son ilusiones,
con mis fermiones la danza va,
wah watusi!
el oleaje te impide ver el mar,
arboleda viral,
son ilusiones y así nací,
con los bosones baila,
echaré mis fatigosas metáforas
en una bolsa del supermercado,
toma el ardor,
rompe este enésimo trozo de mí,
baila watusi, mi amor!

no detengas la crecida,
si caminas lo suficiente
a alguna parte llegarás,
la eternidad no es tan larga,
lácteo fluir
de aves marinas tras el viento,
realineando la realidad
el barquito de papel
detrás del crepúsculo se asumió,
el pasado se licuó con el río
la tarde de la niebla inconsistente
y no quiso más volver,
olvida todo el tiempo contra el tiempo,
recuerda que el ayer nunca ocurrió,
efímera amnesia local,
no es tan larga la eternidad,
uy,
Perceval,
si puedes aguantar hasta el final,

los pájaros saben algo
que el viento sabe ignorar,
el futuro está bajando las dunas
dando al badajo,
con mi ritmo y con mi rima
con mi áspera línea de bajo,
por arriba y por debajo,
por abajo y por encima,
din, don, el badajo,
dumb,
dub, dumb, con el bajo,
se yergue la incorpórea
mientras cambia el sabor de las estrellas,
el futuro falsifica el pasado
en la mente del ser,
bajando la alegría del desierto
muere y renace el cauce
de alguna indubitable
hesitación,
no oculta la roca sus grietas
ni tampoco quiere la
coccinela
el trazo y la cantidad de sus motas
redelinear ni variar,
medusas,

sobre el río ramas rotas arrastran,
la garza,
junto a la niebla, esa bruma,
los sucios derrelictos del pasado,
para entregarlos a la bajamar,
todo lo que no tienes que saber
es lo que yo he olvidado,
con las inmundicias de la marea,
redes, plásticos,
y en la ribera los
chopos susurran,
gaviotas,
que un grito reduce a otro grito,
cerezas,
que un beso disuelve a otro beso,
aullidos,
que un lobo reemplaza a otro lobo
en la jerarquía de la manada,
a qué dios rezar,
en qué templo orar
por la reina de las algas,
los niños atraviesan en la orilla
lientas reviviscencias fantasmáticas,
rubio escamaje,

este es el este,
donde la sierpe habita, la incorpórea,
chubasco en el páramo
contra la madrugada nueva,
donde se abisma el sueño,
en el primer amanecer
de la sabana, tan vasta y extraña,
pasa el silencio sobre el agua,
duerme el león,
el presente se integra en el pasado
transfigurando el futuro
y al bonito barquito de papel
se lo comió un
fermión,
eres acaso el mismo que ayer eras?
baila y rebaila, mi amor!
acaso, quizá la misma?
no en este ni en otro infierno,
coletas, rubita,
mi amor,

la niebla
entre la inflorescencia del crepúsculo,
vencejos,
pía el
agapornis,
vagando la vaga planicie,
anuncia
que un día devora a otro día
como un rey destrona a otro rey,
los hilos,
y una araña substituye a otra araña
entretejiendo su ardid en el risco
en el que el el vencejo cazó,
sin razón ni reducción,
coloca otra bolsa del súper
en el puto cubo de la basura,
wah-watusi,
oh, putilla en minifalda
a las siete de la mañana,
y acuérdate de seguir olvidando
el polvo y los derelictos del tiempo,
olvida que el futuro no ha existido,
cristales,
recuerda que el pasado no existió

 
ēgm. 2016

7 may 2015

V. Jardín bajo la nieve

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  Jardín bajo la nieve
 
 

Aquí, entre una y otra orilla, mientras
el tiempo se retira, considerad el futuro
y el pasado con ecuanimidad

T.S. Eliot, Cuatro cuartetos

 
  Camíname despacio
y sea como la serpiente ordena,
en el azul celeste eléctrico
donde el tiempo danza, fundido
con
la espuma del espacio,
después de hondos millones de años
llovía sobre la lluvia,
y
los bosones bailan,
de aquella Tierra empapada
en
la profundidad del tiempo,
tan breves,
nuevos mundos nacen continuamente
para que puedan ir otros muriendo,
hasta que un día escampó,

lo siento en el aliento,
en los andenes del presente
el futuro ya no existe
y la nostalgia es solo al fin
un difuso esfuerzo inútil,
hacia los nenúfares desvío
luz blanca y dolor,
la mariposa vibra persiguiendo
el arabesco del pez
contra el final de las algas,
la energía más oscura
trae la niebla a la orilla
y el río gira hacia la penumbra
entre verdes, azulados
y recios violetas sombríos,
y quemar alguna esperanza
de que nada vuelva a ser como fue
deviene un vano ejercicio de angustia
sin razón ni redención,
abril, este mes tan vil,

azuleante electricidad,
recuerdos mezcla al ansia febril
el hosco pensamiento,
equívoca ecuación,
rubia coleta, confusas pecas,
vete a
jugar con tus muñecas
a tu mustia habitación,
tanga azul, azul biquini,
germina lilas en tierras yertas,
revive rancias raíces muertas,
y mis
fermiones danzan,
abril, con sus lluvias mil,

puerta a la raíz del mundo,
lo noto en el escroto,
luz blanca y dolor, es como nacer,
y con esquivo movimiento
la palomilla no vuela
dos veces la misma brisa,
ves el mar en tu ventana,
sin gozar las rosas ni el tetraclinis,
ni el lucio roza dos veces
las mismas raíces ciegas
del sauce
en el espejo fugitivo,
yertas nostalgias muertas,
calculas mal los días, y es por eso,
rubia garza en tanga azul,
que sueles llegar tarde al vado,
tres piedras resbaladizas,
que cruza el río del presente,
ya sabes, del pasado hacia el futuro,
lo vivo en el lascivo
abril, el mes más vil,

infausto afán febril,
cuando comienza a escampar,
fumareles en la boya,
charranes y pagazas en las rocas,
regreso al frágil río
de los flotantes días,
expulsado del paraíso
y arrojado también de los infiernos,
gran ganga, Maa Ganga,
viviendo una inacabable
perenne temporada de rebajas,
yo soy de
Aldán
y ya me suicidé en otro universo
sin ceremonia y sin escándalos,
ahora no sé morir,

si lo miras,
oh Suzie Q,
a los nenúfares desvío
un torvo pensamiento
y con errátil movimiento
regreso al blando río
de denso lecho mineral,
podré comer un melocotón?
puedo cambiar mis recuerdos?

si el Universo miras desde fuera
verás que brilla como una luciérnaga
en las oscuras zarzas infinitas,
Susi, lo que la bicha ordena,
eflorecescentes ardentías
en tu biquini azul eléctrico
y ni intento del mástil desatarme,
silencios que por nadie fueron vistos,
cuántica gravitación
y
fiebre de la noche a la mañana,
partículas supersimétricas,
flácida fluctuación,
oh Susy,
de la estructura del espaciotiempo,
abismos de
fría energía oscura
donde retumba el tiempo
y
choques entre miles de galaxias
con la única intención,
y mis bosones danzan,
de devorarte el corazón,

me fui muy lejos
y ya no he vuelto,
olvida todo el tiempo sobre el aire,
recuerda nada más dónde estás hoy,
tan solo eres otro
replicante
y no podrás matar a dios,
no hay nadie en la estación del aeropuerto,
la casa está vacía,
no hay nadie en el vagón ni en todo el tren
y la ciudad murió,
pocos saben quién fue
Hank Woothreed
perdido en el jardín bajo la nieve
ni qué libélulas amaba
en el vado de las tres piedras,
entre los sauces, las mimbreras
y los verdeazules maizales
tras la llovizna en
Gonderande,
mientras nuevos mundos nacían
y morían otros en la corriente
del tibio río de
Casijamás,

torrente de conciencia mineral,
en la noche tan feroz
el silencio más oscuro
era el muro de tu voz,
pero sigues corriendo, verdad, nena?
ni en este ni en otro infierno,
nublosa garza de las peñas,

y tantos evos estuvo lloviendo
que la humedad fosilizó,
pero yo sigo sin saber
después de que
miss conejo
se afeitara el bigote ante el espejo
qué lado de la seta he de morder,
aunque comienza a escampar
en las dunas de la playa,
en las simas del presente,
detrás de los vallados del futuro,
sí,
fiebre, cuelga un poco más de fiebre
en tu perfil personal,
algún eco quedará resonando
en los mimbrerales del río
donde el pez traza su arabesco
de nebulosos violetas
y verdeazules intensos,
donde el tiempo danzó
con el tordo en la rosaleda,
y el futuro determina el presente
junto al vado del hoy,

ningún profeta predicó
sobre la fugacidad de la roca,
la brevedad del semen en la arena
o la levedad del mar,
ma’ Ganga, buen tanga,
tan breve,
olvida todo el tiempo bajo el agua
en las peñas de
la ría de Aldán,
acuérdate de ser quien eres hoy,
tan bellas,
igual que la gacela en el zoológico
añora la sabana, libre y plena
de azares y peligros,
así el hombre contempla las doncellas,
uy, digo, perdón, las estrellas,
olvida que el recuerdo es muy
cabrón,
tan ellas,
verdad, nena?
garza blanca en tanga azul,

no cambia su color la mariposa
pero nunca vuelve a volar
en el aura que ya coloreó,
por los farallones la luz
reconfigura su fulgor, el verde
vira a añil vidrioso y luego el violeta
a un hostil rojo de labios,
no muda su laberinto de escamas
nunca el pez, ni jamás llega a encontrar
la ola que antes besó,
olvida el porvenir que no ha venido,
recuerda que olvidaste tu ambición,
la playa desde la ventana,
olvida los recuerdos imborrables,
cancela el porvenir que no vendrá
en abril, el mes febril
que la lila eyaculó,

vibra el agua en la
ninfa,
y fue como la serpiente ordenaba,
pero corres contra corriente, nena,
las lunas del desierto arrastran
jaurías, escorpiones y agujeros
negros, puedo?
la Humanidad aún se pierde en preguntas
que ya obtuvieron respuesta hace mucho,
el vencejo cazó al mosquito
que acababa de picarme
y los fermiones bailan
entre Centauro y Perseo,
huye el loco Sol por el brazo izquierdo
de aquella otra galaxia
hacia la eterna
implosión

de la espuma del espacio,
escupe todo el tiempo en
la otra orilla,
redes, algas,
mientras otros van muriendo, a la par
nuevos mundos van brotando
en los meandros del río de ahora,
sobre los vastos nuevos océanos,
tan leves,
sobre la Tierra encharcada,
sobre la lluvia llovió
cientos de millones de años
y, ese olor del
petricor,
no sé qué día, al fin escampó
 
ēgm. 2015

31 mar 2015

IV. El viento en el faro

apt (2)

 

El viento en el faro

 

¿Me atrevo
a perturbar el universo?

T.S. Eliot, Prufrock

 
 

Ven a volar,
podrás seguir preguntándotelo
hasta el final de las algas,
pero no te quedará más remedio
que joderte y flotar los días
en la convexidad del mar,
en la humedad del río,
allí donde el orden regresa al caos,
el mapa no está equivocado
aunque le falten pequeños detalles,
tampoco para mí,

el arroyo bajo los tojos,
la hosca y helada belleza
de las yermas islas del norte,
los pájaros sobrevuelan la duna,
la orilla y los arrecifes,
cuando el conejo perdió su abanico,
no sabes quién eres a mediodía
y esa misma madrugada
crees que puedes entenderlo todo,
vuelven las aves al negro oleaje
desde el principio del frío,

agua de muerte en vida,
dibuja el pez arabescos
en la honda humedad del río,
donde se oculta el frío,
saliva sudor y semen,
polvo en la arena,
huelo el humo, avento el viento,
subiendo voy, bajando vengo,
jusqu’ à la fin, en pleine soleil,
y en los meandros yo me entretengo,
ahuyento el viento,
por las mimbreras desgasto el tiempo,
en la fría profundidad del río,

después de la noche de fin de año
el faro alumbra sobre la peña,
pájaros vuelan,
el viento revuelve
el pelo blanco de las negras olas
que las sirenas cabalgan,
tampoco creo
que nunca susurraran para mí,

quizá podrías probar
a dejarlo todo tal como está
en el envés del azogue,
espejos y espejos, nuevos espejos
lanzando a lo lejos viejos reflejos,
esta es la mentira en la que creemos,
arena lluvia sal,
venid y oíd,
cervezas enlazadas en canciones,
sabida oscura duda:
corazón de saliva en el cristal,
ven a bailar
al cíclico círculo intemporal,
dame spritz y sexo astral,

puedes seguir preguntándote
cuál es la furtiva pregunta
y recontando en la pared
los azulejos del cuarto de baño,
el viento es fugaz testigo
de la fugacidad de la roca,
de la eternidad del silencio
y de la vanidad de las promesas
que se hace el hombre a sí mismo,
ponme otro spritz

mientras los pájaros marinos
vuelan hacia el interior del océano,
mar afuera,
donde habita la realidad,
aceleras un poco más,
el faro sobre el peñasco
ya no vigila el mar,
acaso los ocasos
son trozos de pedazos,
la solución origina el problema
y la pregunta resuelve el enigma,
acaso los acasos
son subterfugios del caos,

se desmenuza la arena en la playa
rodando en la arena
y chillan volando los pájaros
como las niñas mujeres,
hacia la densidad de la neblina
donde el conejo perdió su abanico,
sin saber de los embustes
que el niño le cuenta al mar,
sujetas firme el volante,
el faro sobre la peña,
acero en la piedra, sangre en la roca,
las olas constantes como el silencio
son un rumor allá abajo,
entre la espuma y las algas,
tal vez aún podrá amanecer,

solo tendrás la respuesta
cuando conozcas cuál es la pregunta,
la bruma en la línea del horizonte
mira pasar a los pájaros,
charranes, fumareles y pagazas,
hacia el final del mar,
mueren las revoluciones,
tsunamis, terremotos y ciclones,
si se pueden televisar,
se ha detenido el motor
contra el gastado granito del faro,
olas, viento, voces,
y cuando sepas cuál es la pregunta
entenderás la respuesta,
suave en las algas mojadas
ahora empieza a llover

 

ēgm. 2015


28 feb 2014

III. La sangre y el serrín

La sangre y el serrín - © ēgm. 2013 - 1200

 

   
 
La sangre y el serrín

 

Soñabas ser un río y dormir como un río
F. García Lorca, Oda a Walt Whitman

 
 

La luna mengua,
pájaros blancos en la neblina,
algún ruido,
las experiencias infantiles
viran reviviscencias fantasmáticas,
labios de rosa y fresas
en un espejo empañado,
tal vez ahora no llueva, algún ruido,
noite pecha,
todo está interconectado
en la realidad de los sueños,
estuve muy lejos, pero ya he vuelto
a estar lejos,
sin valentía ni indecisión,
un pato, un dodo,
un aguilucho y un loro
entre la profundidad silenciosa
y el cosmos de la superficie,
las algas crecen,

la luna mengua,
te desvelaré entonces mi historia en la otra orilla,
más medran las malezas del recuerdo,
lientas de ansia febril,
y mi amor por él y mi amor por ella,
ved,
vosotros no podéis entenderlo,
cómo ibais a poder?
firmes con el sólido pavimento
debajo de vuestros pies,
parloteando en círculos
para secaros después del baño,
más espeso, agar-agar, paradoxia,
entre el nublo y el claror,
me asombra la sordera de estos ciegos,
crees que aún llegará a amanecer?
repican los televisores
y la novia va sin bragas
al banquete electoral,

vientos sin nombre en las estepas,
la última vez votó a los rubios
y esta viene a votar a los morenos,
mais non, mon frère,
mal haya quien pretende ser feliz
rodeado de bestias infelices,
y aquí llegaba nuestro marinero
con las botas naufragadas,
y ella folla como una chiquilla,
el hechicero negó,
pero grita como una mujer,
maltraído por los vientos del mundo,
un güito en la garganta atravesado,
oh mi amigo,
le permite comprender
la superficialidad de los sueños,
trae pues tu cerebro de reptil,
sangre y serrín,
humano y dios, chamán y sacerdote
en el culto a la diosa prostituta,
ya vislumbra la oscuridad,

vano es evitar ser nada,
instituido está en la ley
desde tiempos muy añosos
que en la fiesta de los osos
es el más peludo el rey,
rosas de fresa y labios
tras el vaho del espejo,
brancos paxaros,
continentes en colisión,
marietas del Born, jotos del Raval,
veinte ríos y un solo invierno desgarrado,
entre nublado y claror
hielo turbio en la mirada,

reviviscencias infantiles
pudren los árboles del humedal,
pues todos transmigramos solos, Hank,
pero el lobo ama el aire neblinoso,
antropología de tres en cuarto,
el oráculo ha revelado:
el futuro será mañana
y aunque el pasado ya pasó
aún muerde en el presente
su colmillo depredador,
los subproductos de la subrazón,
como al oasis que oculta el desierto
allá, en el caos del lejos,
puedes pasar a su lado y no verlos,
se encharca lentamente la razón,
senderos como cicatrices
en la mano del hombre hueste,
tan solo el dolor te enseña a sufrir,
ese ruido,
y después el silencio tan agudo
en la longitud de la luz,
sed,

creced, eyaculad y decreced,
con la puntualidad de la marea,
vomitad,
y en el agua la luz ya comienza a cambiar
y a crecer
desde el musgo y hasta el amanecer,
Casandra bajo las blancas columnas,
olvida los recuerdos imborrables,
no supo jamás callar,
y allí ella y él,
dame amor y sexo ortodoxo,
la disoluta diosa prostituta
bebe ron con sal y miel,
la acechan cazadores de leptones
y expertos en razones infundadas,
fresas de labio y rosas
tras el envés del azogue,
conoció a un cantante famoso
en la barra de un hotel
y sin bragas sigue aún,
ven, vomítame,

la nostalgia es una tarea estéril,
se amortecen los faroles del río,
el olor del fin del invierno
no se parece al de la primavera,
me irrita la ceguera de estos sordos,
dame cien y mil besos pues,
Santiago, Madrid, Zürich, Barcelona
están bajo la nieve,
el orden es una burla del caos,
espabílate y mira:
el hombre hueste divisa
hilos de humo en la brisa,
la marea se retira
hacia la profundidad de los sueños,
crees que aún puede amanecer?

hay matojos en el desierto
y grandes claros en el bosque,
la oscuridad, la oscuridad,
miudiño
polas veigas de Lestrove,
polas campas de Laíño,
aínda chove,
cicatrices como senderos
en las olas de hierba lienta,
alza un ojo, hombre-hueste,
tú jamás has visto la oscuridad,
el chamán decapita una sardina
en cinematográfico ritual,
deja la luz encendida esta noche,
tráeme tu visión frontal,
la realidad está
detrás de los matorrales,
decreciendo hacia el oscurecer,
creciendo hacia la complejidad,
vomitad,

oíd, escuchad,
sabíais algo de un faro extraviado?
buscad en el bar de abajo,
lejos de la polución visual,
olas, viento, voces,
disoluta pordiosera extraviada,
dame alcohol y sexo anal,
dame el perfume del tetraclinis,
ay hermano,
los dientes de una diosa prostituta
hallaron otra forma de morder
en mis pies de fuego,
entre la profundidad de los sueños
y el blancor de la superficie,
alza un ojo, hombrehueste,
a noite abriu,
besos, mil y cien más, desordenados,
real danza ritual,
la diosa y el chamán
no consiguen dejar de fumar,
tan aburrido a la orilla del río
disparo a las olas,

y no me iré nunca más
si me das lo que necesito…
dulce amor y más cariño?
sexo ortodoxo y buen vino!
et pourquoi pas trois, mon frère,
labios de fresa y rosas,
cual suele pasar, yo hago también
unas cosas bien y otras regular,
sangre en los cuerpos cavernosos
y en la sesera, serrín,
algún ruido,
he aquí la máquina humana,
con tan fríos e indiferentes ojos
que sé que ni Casandra me creerá,
los ojos del viejo perro traidor,
verdes, lengua, dientes,
bourbon, cerveza y sexo anal,
roja, a lo lejos, se oxida una flor,

ved,
parajes que tan solo el tiempo ha visto,
luz, singularidades del abismo,
en la fractal fascinación
por los espejismos del ritmo,
aunque resbalo en el limo
sigo la misma senda de basalto
de estos gigantes antiguos,
no parece que ahora llueva,
ahí un ruido

 

ēgm. 2014